El sábado por la noche se dio un duelo Grandes Ligas entre pitcher-bateador en los playoffs de la Liga Mexicana. En la lomita estaba Roberto Osuna (Diablos Rojos) buscando sacar el último out del juego, mientras que en la caja de batea se presentó el cubano Yasiel Puig (Veracruz).
La novena del México ganaba 2-0 en la novena entrada con dos outs pero el Águila tenía a un corredor en la inicial cuando llegó a la caja de bateo el cañonero cubano. Y no exageró al decir que fue uno de los enfrentamientos de más alto nivel que se han dado en estos playoffs y que es una muestra la altura de beisbol que se está dando en la Liga Mexicana.
Osuna tiene 26 años y su carrera está en un punto de pleno ascenso. Puig tiene 30 años y su andar todavía está en una situación en la que puede hacer ruido en las Grandes Ligas. Sí, ambos peloteros están en el nivel para no solamente jugar en la Gran Carpa sino para ser jugadores destacados. En pocas palabras, ambos deberían de estar en MLB en este momento y muy pocas personas (los mismos jugadores, sus agentes o los equipos de MLB) saben exactamente porqué no se encuentran en las Mayores.
Pero el asunto de este texto no es saber qué les 'cerró' la puerta en la pelota ligamayorista, sino darnos cuenta de que el cambio que se ha ido gestando en la Liga Mexicana desde algunas temporadas atrás ahora permite ver a Osuna enfrentando a Puig en el Estadio Beto Ávila en un juego de playoffs.
Si esto lo hubieran dicho hace un año, pocos hubieran apostado a que así sería.
La LMB presentó años atrás un cambio generacional en las directivas, en el que entraron nuevo dueños con alto poder adquisitivo a hacer del beisbol un negocio a través de presentar un espectáculo de alto nivel, con mucha calidad.
A esa apuesta se está dando un efecto dominó, ya que entraron nuevas directivas en algunos equipos que, invirtieron fuertemente en sus rosters y eso les trajo éxito en el terreno. Metieron dinero, cambiaron la estructura del equipo apostando a crear un espectáculo de calidad y ganaron.
De 2016 a la fechas los campeones han sido: Puebla, Tijuana, Yucatán, Monterrey y Monclova. Todos ellos tienen una directiva recién llegada que ha abierto la cartera para hacer del beisbol un negocio.
Estos 'nuevos dueños' están invirtiendo su dinero al beisbol y eso ha permitido ver a peloteros que, quizá por su edad o por su nivel, ya no llenan los zapatos ligamayoristas, pero eso no significa que no tengan la calidad para dar un buen espectáculo y rendir por encima del promedio en la LMB.
Sí, no vienen en su nivel top pero iluso resulta decir, argumentar o quejarse que no vale la pena verlos porque ya no están en su máximo nivel, porque obviamente, nadie en su máximo nivel preferiría estar en LMB que estar en las Ligas Mayores.
Aunque justamente, ahora se está abriendo una puerta nueva en la que al menos dos peloteros, Osuna y Puig, que tienen el perfil y el nivel para estar en EU (en las Mayores o al menos en sucursales) están en los diamantes de verano.
A lo que no hay que perderle atención es a lo que estamos viendo. La apuesta a una nueva era en la Liga Mexicana está dando sus primeros frutos a gran escala. Aunque a muchos les moleste que se 'cambien' cosas, creo que el resultado dentro y fuera del terreno está cambiando positivamente los patrones que por años la LMB tenía, sin intenciones de hacer algo realmente nuevo.
Y volvemos a la escena del inicio. Roberto Osuna frente a Yasiel Puig, en un estadio remodelado, que cambia la experiencia del aficionado que va al parque de pelota a divertirse y que invita a los patrocinadores a sumarse ($) al proyecto, es un resultado de los cambios que le van a permitir a la LMB no solo pasar las crisis que se están dando sino a seguir vigente en 5, 10, 15 o 20 años.
Sin estadios remodelados o nuevos, sin una experiencia extraordinaria en el parque de pelota, sin explotar el alcance de los medios de comunicación tradicional y de los nuevos y sin un gran show dentro del terreno (uno por arriba del tradicional que dan los peloteros como Osuna y Puig), la LMB iba a perder la batalla frente al resto de las formas de entretenimiento que existen actualmente.
Sí, el beisbol no compite contra el futbol o el futbol americano, compite contra las formas de entretenimiento de la actualidad, donde te tiene que convencer de que vale la pena ir al estadio (aún en tiempo de pandemia) o a cambiarle a la televisión o a ver en tu celular el juego en lugar de estar viendo una serie, una película o haciendo alguna otra cosa.
Y duelos Osuna-Puig son los que años atrás no se hubieran dado pero que ahora se presentan... y de mantener esta visión, podríamos ver más y mejor espectáculo, como tener a otros Fernando Rodney (sí, veterano pero que terminó como líder de salvamentos en la LMB) frente a Addison Russell, quien en 2016 fue campeón con los Chicago Cubs, por ejemplo.
¿A caso no resulta atractivo tener estas opciones?
Claro que vamos al tema de que le podría cerrar puertas a los mexicanos que buscan un lugar en la LMB, pero también abre puertas precisamente a los tricolores que andan buscando una oportunidad en EU o en Asia y que no se las dan o que andas dando tumbos por aquí y por allá (o que fueron afectados por lesiones). Y aquí están nombres como el de Manny Bañuelos, César Vargas o Héctor Velázquez... y el propio Osuna.