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Casa Llena

A propósito de la crónica beisbolera

Antonio Canseco

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“No se vayan… que esto se pone bueno”

Buck Canel

El legado de los comentaristas y cronistas especializados al Rey de los deportes es inobjetable, sus narraciones y aportaciónes a la cultura popular y al juego de pelota han sido fundamentales para crear afición. Muy seguramente porque la alabanza en boca propia es vituperio, jamás les escuchamos a los actuales y a los del pasado hablar en primera persona, presumir sus logros o buscar algún reconocimiento, menos aún mencionar o hacer notar lo que su participación ha significado para diversas generaciones de seguidores al béisbol.

Querido lector, ahora que la actividad beisbolera es reducida, aunque no por ello menos importante, especialmente para los aficionados de la Liga Mexicana del Pacífico que se encuentran ya en la recta final de la temporada, he decidido recordar aquellas voces y plumas que durante décadas en México, Latinoamérica y los Estados Unidos han difundido, relatado y promovido el béisbol y con su labor y profesionalismo generado entretenimiento, diversión y muchos seguidores a la pelota caliente.

Es indudable que la labor y pasión por el juego de Pedro “El Mago“ Septién, tiene un lugar a parte en el mundo de béisbol y en la crónica deportiva mexicana. “El Mago“ fue un fuera de serie. Su lucídez e inteligencia hablaron por él temporada tras temporada. La acumulación de conocimientos beisboleros le conviertieron prácticamente en una enciclopedia viviente, -incluídas sus libretas de anotaciones- fue la voz más autorizada en la materia y el cronista y relator de los momentos más brillantes del béisbol en México y de las Ligas Mayores de su tiempo. “El Mago“ dominó el radio, el cine y la televisión, fue referente y un generoso formador de discípulos.

Su elocuencia y la capcidad de ligar siempre el pasado y a los grandes ídolos de ayer con los hechos recientes y las estrellas del momento hizo a más de uno, -me incluyó- mucho antes de la llegada del internet, hurgar en las fuentes de información al alcance para saber y conocer acerca de esos enormes peloteros de los que hablaba con autoridad y conocimiento de causa.

Pedro Septién nos legó afición y brillantes frases como: “La frialdad de los números“,“Matemática oscura, brillante ballet, eso es el béisbol“,“El batazo de jonrón que construye monumentos y destruye castillos“. “¿Qué sería del béisbol sin los umpiers? sino una forma insensata de correr las bases.” “El béisbol es mucho deporte para ser un negocio, y mucho negocio para ser deporte“,“Algo tan simple como una pelota y un bat, pero tan complejo todavía como el espíritu de América.“ Pensamiento e ideas que muestran su conocimiento y simbolizan la pasión que sentía por el béisbol y que viven y vivirán para la posteridad.

Ángel Fernández la voz más recordada del fútbol mexicano, quien cambió y redefinió el estilo de la narración deportiva en nuestro país, inició su labor en los micrófonos deportivos en el mundo del béisbol. Su habilidad para frasear y colocar motes y apodos y su amena locución lo catapultaron gracias a la visión de Emilio Azcárraga al balompié donde el empresario de la televisión ya había puesto su mira e intereses económicos. Por décadas Fernández fue no sólo un referente, sino la única voz autorizada para narrar el fútbol, tan es así que las siguientes generaciones de narradores de fútbol en México siguieron ciegamente sus pasos. En su corta estancia en el béisbol aportó una docena de apodos a jugadores, siendo tal vez el más conocido de ellos, el de “Mickey Mantequilla“, que utilizaba para referirse al jardinero central de los Yankees de Nueva York Mickey Mantle, así como el vocablo: “cepillazo“, todavía muy utilizado por narradores y cronistas de béisbol y con el que se describe un fuerte batazo que va a ras de la grama. Sin embargo, Fernández indiscutiblemente siempre será recordado por su larguísimo e interminable grito de gol o sus ocurrentes: "¡Niños y mujeres primero!", en los momentos más angustiantes de un partido, "¡Me pongo de pie!" para reconocer un hecho destacado del encuentro o a un jugador por su actuación y la hoy anacrónica y políticamente incorrecta arenga de: "El juego del hombre", cuando emocionado hacía referencia al fútbol.

Otra gran voz y cronista del béisbol en México, lo fue Jorge “Sonny“ Alarcón

Ameno y de una vitalidad pocas veces vista en los micrófonos, “Sonny“ tenía la agilidad mental y capacidad pulmonar para narrar como ningún otro carreras de caballos y las finales olímpicas de los cien metros de atletismo. Fue un gran conocedor y narrador de peleas de Box que además dejó gran huella en el béisbol. La sal y la pimienta era lo que él ofrecía y aportaba en cada una de sus narraciones. Fue él quien llamó a la pelota de béisbol, “Doña blanca“ y también el primero en acuñar la frase de “la ruta de la vergüenza o de la ignominia“ para ejemplificar un out resultado de una rola de pitcher a primera base. Alarcón fue el primer narrador en utilizar el neologismo: “Fernandomanía“, hoy todavía en vigor y que describía lo que provocaba Fernando Valenzuela en México y el mundo del béisbol cada vez que subía el montículo. Un cronista de los pies a la cabeza que hizo inolvidables descripciones de jugadas rutinarias con sus únicos e inigualables: “Swing, strike y lo ponchó“ y “la bola se va, se va y se fue…“ que tanto se extrañan.

Septién y Alarcón, cobijaron y formaron a la generación de narradores de béisbol que hoy en día son toda una institución en México. Me refiero a los también llamados: Tres amigos, la triada que conforman: Toño de Valdés, Enrique Burack y Pepe Segarra. Tres voces y cronistas del Rey de los deportes que por más de cuatro décadas han llevado a los hogares de México y más allá de nuestras fronteras las incidencias del béisbol de México y de las Ligas Mayores. De Valdés, un referente de la crónica deportiva en la televisión y radio mexicana, es una voz cercana que le resulta al aficionado como el estar participando en una conversación en la misma sala de su casa. Siempre divertido, centrado y objetivo, es el moderador y natural guía del grupo. Burack, el irónico y más exigente de los tres, es un estudioso de los datos y de las cifras y siempre es el encargado de generar la polémica y los conflictos, mientras que Segarra se ha encargado de transmitir y evocar otras épocas en los diamantes y de mantener viva la tradición y los recuerdos. Es de los tres, el que desarrolló en mayor medida las habilidades de sus mentores pues en cada encuentro nos relata y describe las acciones con inconfundibles frases como: “Se fue a morder el polvo“,“apaga el cohetón“,“bateó basura“, o “la paloma voló y voló“ que ya forman parte del lenguaje y cultura del béisbol en México.

Y si los medios electrónicos en nuestro país han sido importantes para la difusión del béisbol, la prensa escrita no se ha quedado atrás, sería imposible mencionar en este ejercicio a todos aquellos que en la tinta y el papel han descrito hazañas y engrandecido al béisbol de México y de las Ligas Mayores, sin embargo, obligado es hacer mención a uno de los pioneros y también fundador de la Liga Mexicana de Béisbol Alejandro Aguilar Reyes, “Fray Nano“ cuyas contribuciones en pro del béisbol y del periodismo deportivo en nuestro país permitieron en ambos casos su creación y desarrollo. Por méritos propios y una vida dedicada al béisbol fue electo al Salón de la Fama del Béisbol en México en la primera ceremonia de inducción en 1973. Otro protagonista estelar de los medios impresos lo fue sin lugar a dudas Tomás Morales cuya legendaria y seguida columna: Tommy al bat, primero en el periódico La Afición que fundara “Fray Nano“ y luego en el diario Esto, era obligada para todo aquel que quisiera saber y conocer lo que sucedía dentro y fuera de los diamantes. Informado y lleno de anécdotas y vivencias personales, Tommy contribuyó a la difusión del béisbol cuando la prensa era una de las contadas fuentes de conocimiento para quienes querían adentrarse en el mundo del béisbol. Otro notable de la prensa escrita lo es Enrique Kerlegand, también conocido en el argot beisbolero como “Mr. 300“ y a quien por fortuna todavía podemos leer semana a semana en su columna Tiempo de Béisbol en la página de internet de la Liga Mexicana de Béisbol, alguien que continua siendo uno de los mejores relatores de la rica y vasta historia de nuestro béisbol y cuyas columnas suelen rememorar y compartir muchas de las jugadas y momentos que vivió desde los palcos de transmisiones de los diversos parques de béisbol en que por décadas no solo colaboró, sino aportó a la grandeza del Rey de los deportes.

Y si bien estos y otros distinguidos comentaristas deportivos en México han contribuido a la difusión del béisbol, en los Estados Unidos la fila de enormes personalidades y reconocidas voces y plumas es infinitamente más extensa. Por ello, vale la pena hacer un pequeño ejercicio de memoria, dado lo mucho que han aportado al crecimiento y difusión del juego. Ford Frick el célebre escritor deportivo que fue presidente de la Liga Nacional y que llegó a ser Comisionado de la MLB encabeza este recuento, sus aportaciones al béisbol fueron notorias, tan es así que hoy en día se reconoce anualmente a lo más distinguido de la crónica y periodismo en la materia con el premio que lleva su nombre. Pensar en los Cachorros de Chicago lleva implícito el nombre de Harry Caray su cronista y relator por años y quien en los juegos de local encabezaba en la parte baja de la séptima entrada lleno de ánimo la célebre canción Llévame al parque de pelota. Lo mismo podría decirse del binomio que por décadas conformaron en Nueva York Mel Allen y los Yankees, o el vínculo que muy seguramente las generaciones actuales todavía recuerdan de Vin Scully y los Dodgers. Una voz y crónica que relató juego a juego los triunfos y derrotas del equipo desde que estos jugaban en Brooklyn y hasta hace tan sólo unos años en que se retiró de los micrófonos. Una relación perpetua, pudiera decirse, pues para llegar al estadio del equipo angelino uno debe tomar forzosa y necesariamente la calle que lleva el nombre del célebre y querido narrador. En los años más recientes una legión de periodistas profesionales como Jack Buck, y su hijo Joe Buck, Bob Costas, Peter Gammons, Tim Kurkjian y Tom Verducci han creado afición y enseñado a los aficionados aspectos del juego de pelota desconocidos e inexpugnables para la mayoría. En ese notable arte de relatar y dar seguimiento puntual a los encuentros también ha habido grandes jugadores de la MLB que en el retiro han dado cátedra en los micrófonos e instruido a los espectadores por radio y televisión tales como el cátcher Joe Garagiola y el segunda base de los Yankees Tony Kubek, o los receptores Tim McCaver y Buck Martínez, el lanzador John Smoltz, y el inovidable y emotivo parador en corto de los Yankees Phil Rizzuto, al que me parece escuchar aún decir con admiración: “Holly cow“ que hicieron afición y divirtieron a sus audiencias. En lo personal me es imposible no recordar a la pareja estelar de los juegos del domingo por la noche de la cadena ESPN que durante muchos años conformaron el periodista Jon Miller y el ex jugador de la MLB y miembro del Salón de la Fama del Béisbol, el gran segunda base de la máquina roja de Cincinnati Joe Morgan, pues escucharlos narrar, pero sobre todo anticipar lo que sucedería en los encuentros y en muchos casos sin proponérselo exhibir la falta de conocimiento del juego de managers y jugadores era semana a semana para mí como acudir a una cátedra universitaria dedicada exclusivamente al conocimiento del béisbol.

Pero el béisbol es tan propio de los norteamericanos, como de Latinoamérica y en este recuento no pueden faltar la grandes voces y periodistas que relataron para Cuba, Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico, México y otros países de nuestro continente las incidencias del Rey de los Deportes. Empezaré por Buck Canel, cuya frese de batalla sirve de presentación a este artículo, nacido en Argentina pero de ascendencia cubano-española que fue pionero de la narración deportiva en español desde los Estados Unidos. En la década de los años cuarenta del pasado siglo se convirtió en la primera voz en nuestra lengua materna que transmitió encuentros de béisbol y formó parte de la legendaria Cabalgata Deportiva Gillette que difundía de costa a costa hazañas deportivas para el público hispanoparlante. Narró 42 Series Mundiales y tuvo en su lista de admiradores y seguidores al mismísimo comandante Fidel Castro, que solía escuchar desde la ya Cuba revolucionaria y socialista las acciones de los juegos que Canel narraba en vivo y directo desde Manhattan para América Latina. Su compañero de labor por muchos años lo fue el inolvidable Rafael “Felo“ Ramírez, este sí oriundo de la Isla de Cuba y que siempre será recordado por su: “Y la bola se llevó la cerca“ o por su “Ahí viene el envío“ con que aderezaba sus narraciones. “Felo“ narró por radio los históricos encuentros en que Don Larsen lanzó su juego perfecto de Serie Mundial, Roberto Clemente conectó su hit 3000 y Hank Aaron logró su cuadrangular 715 con el que rebasó la histórica marca de Babe Ruth. Ya residiendo de tiempo completo en Florida, fue el narrador oficial de los Marlines desde 1997 y hasta poco antes de morir en 2017, siendo testigo y narrador de sus dos triunfos en Serie Mundial.

Creo que ningún aficionado a los Dodgers sería capaz de olvidar la aterciopelada voz del ecuatoriano Jaime Jarrín su cronista y narrador en español y que relató juego a juego entre otras cosas la carrera de Fernando Valenzuela. Aquellas tardes y noches de verano de esas temporadas, cientos y miles de radios en México y Latinoamérica seguían atentos lanzamiento tras lanzamiento la narración y comentarios de Jarrín. Una vida dedicada al béisbol y a los Dodgers. En sus últimos años de labor profesional fue un privilegio seguir escuchándolo ya con el propio Valenzuela como analista de los juegos en español de los Dodgers. Y para la posteridad quedará su inolvidable e inconfundible estilo de locución, que plenamente puede ejemplificarse con su inmortal frase: “Despídala con un beso, fanáticos“ con la que invariablemente nos hacía saber la llegada de un batazo de homerun.

Todavía en activo, sigue siendo referente de la crónica deportiva latinoamericana el nonagenario y polémico Juan Vené. El narrador, historiador y cronista del béisbol de nuestros países y de la MLB nacido en Venezuela ha llevado por décadas las incidencias del juego de pelota como ninguno otro. Sus narraciones en español de los juegos de los Yankees de Nueva de Nueva York invariablemente incluyeron sus personalísimos: “Qué tal fanáticos, el deporte vuelve a unirnos“, o su “Sí señor“, que le servía para advertir la llegada de un batazo de cuatro esquinas. La tarea y quehacer de Vené fue y es aún más completa, pues sigue publicando su leída columna: En la pelota, y a la par ha legado al menos una decena de libros y publicaciones que constatan una vida entregada al béisbol.

Parte importante de la profesión de narrador y cronista deportivo la define la capacidad de crear un estilo narrativo personal y propio. Por ello, no me cabe la menor duda que hoy en día, la voz más representativa de la crónica latinoamericana en el mundo del béisbol le corresponde al dominicano Ernesto Jerez; la voz oficial en español de ESPN en torno al Rey de los deportes.

Serio, descriptivo y muy ameno, Jerez cuya voz puede escucharse tanto en los Estados Unidos como en toda Latinoamérica puede llevar las 9 de entradas de cada partido sin contratiempo alguno. Incluso uno puede alejarse de la pantalla y saber que algo importante está ocurriendo en el terreno de juego con tan sólo escuchar de su voz: “A lo profundoooo“ que generalmente va ligado al inconfundible “No, no. no. no, no, no, no.“ “Díganle que no a esa pelota“ con el que magníficamente relata la llegada de un cuadrangular. Sucediendo algo muy similar en los aficionados que siguen sus transmisiones cuando con la emoción todavía a cuestas y alzando la voz entona otra de sus creaciones: “Joyita a la defensiva“ para destacar una jugada sobresaliente realizada por un jugador o el equipo que en ese instante defienden el terreno de juego.

Largo ha sido el trayecto y mucho, mucho quedó por decir. Sin embargo, hasta aquí por hoy con el recuerdo a la crónica beisbolera, los dejo no sin antes parafrasear al propio Jerez, respecto de lo que han significado y significan todas las personas ya mencionadas y muchas otras más que han aportado con entusiasmo y conocimiento a la difusión del béisbol. “Apaga y vamos“.

CÍRCULO DE ESPERA

Con profunda tristeza hemos recibido la inesperada noticia del fallecimiento del empresario y filántropo mexicano Carlos Bremer. Se trata de una pérdida irreparable para el deporte de México y en especial para el béisbol, pues el oriundo de la Ciudad de Monterrey de gentil trato y franca sonrisa fue un incansable promotor e impulsor del Rey de los deportes. Alguien por el que siempre hablaron sus generosas acciones, compromiso y decidida participación. Definitivamente que se le va a extrañar y que hará falta en el desarrollo y crecimiento del béisbol en México. Mi solidaridad y sinceras condolencias para sus familiares y amigos. Descanse en Paz.

casallena@live.com.mx

Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MEDIOTIEMPO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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