Los fans de los Boston Red Sox tuvieron que esperar 551 días para poder ver de nueva cuenta a su equipo en el Fenway Park... y después de todavía tener que ver que se aplazó el juego inaugural del jueves por lluvia, fueron testigos de cómo su novena fue totalmente borrada el viernes.
El abridor de los Baltimore Orioles, John Means, lanzó pelota de un hit a lo largo de siete entradas, permitiendo un sencillo al inicio del partido para luego retirar en orden a los últimos 18 bateadores que enfrentó. Después solo dieron un hit más, y así los O´s les pegaron 3-0.
La última vez que los Red Sox jugaron en casa con aficionados fue el 29 de septiembre del 2019, justo frente a los Orioles, y este viernes que se volvieron a abrir las puertas del mítico parque de pelota, fueron 4,452 los fans que vieron a su equipo caer.
Means recetó cinco ponches y sólo concedió dos corredores en bases -el otro fue producto de un error- para llevarse el triunfo cuando Ryan Mountcastle impulsó dos carreras con un doblete en la sexta entrada para romper el empate a cero. El venezolano Anthony Santander agregó un sencillo remolcador en la octava. Con información de AP
