A un strike de la derrota, Brett Phillips tomó turno al bat. El emergente no iba de 2-0 en la postemporada, y ni siquiera fue incluido en el roster de los Rays para la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Pero la fe estaba puesta en él. Con dos corredores a bordo, Phillips pegó el batazo, un error en el jardín central permitió anotar la del empate, Randy Arozarena se tropezó en el camino a home, pero un error del catcher Will Smith le permitió llegar a la meta. Safe en home.
¡DE LOCURA! ????????
— Séptima Entrada (@septimaentrada_) October 25, 2020
¡Los Rays dejan en el terreno a los Dodgers! #SerieMundialpic.twitter.com/ZzDSfO08Oo
Los Rays de Tampa Bay escenificaron un final electrizante al dejar en el terreno a los Dodgers de Los Ángeles en la novena entrada por 8-7 para ganar el Juego 4 y empatar a dos triunfos por bando la Serie Mundial 2020 de la MLB.
“Una vez que vi a Randy tropezar, pensé ‘Oh, shoot, al menos lo empatamos’, y luego perdió la pelota”, dijo Phillipes. “No sé qué pasó, pero luego anotó. Lo siguiente que sé es que estoy volando por los jardines y se me echan encima y aquí estoy”.
Kenley Jansen entró en la novena entrada por los Dodgers y ponchó a Yoshi Tsutsugo antes de un sencillo de Kevin Kiermaier, el jugador con más tiempo en los Rays. Arozarena, el novato que antes de este turno conectó un home run con el que implantó un récord de postemporada al llegar a 9 home runs, negoció una base por bolas cuando tenía dos outs y la cuenta llena, un escenario que pondría la mesa para un final salvaje.
Phillips, de 26 años, fue drafteado por los Astros y jugó para Milwaukee y Kansas City antes de que Tampa Bay lo adquiriera en agosto con un contrato de ligas menores. Ascendido a las Grandes Ligas por su defensa en los jardines, apenas ha bateado para .202 en 153 juegos de por vida y no había tenido actividad en 17 días, desde el Juego 3 de la Serie Divisional de la Liga Americana el 7 de octubre.
“Qué gran esfuerzo de equipo en esta victoria. Se necesitaron casi 28 muchachos”, dijo Phillips. “Eso es lo especial de este equipo. Todos juntos, nuestro único objetivo es ganar. No confiamos en un solo hombre. Se necesitan todos, y hombre, el béisbol es divertido”.
El mexicano Julio Urías tuvo una increíble actuación abriendo con nueve ponches ante los 18 bateadores que enfrentó en 4.2 entradas, espacio en el que sólo permitió dos carreras con home runs solitarios de Randy Arozarena en la cuarta y Hunter Renfroe en la quinta. A un out de aspirar a la victoria, el manager Dave Roberts decidió sacarlo del juego.