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Casa Llena

Lo que debemos seguir y esperar en la Temporada 2022

Antonio Canseco

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"Tengo menos de lo que esperaba; pero tal vez esperaba más de lo que debía esperar”

Séneca

La Temporada 2022 de las Ligas Mayores ha dado inicio y si bien hay marcados favoritos para salir victoriosos en el denominado Clásico de Otoño, hay un largo recorrido de 162 juegos por delante para corroborar esos vaticinios. Lo cierto es que la nueva campaña trae aparejada ilusión en los aficionados y muchos cambios, cambios de jugadores y managers, altas, bajas y algunos retiros, así como también modificaciones y ajustes en las reglas de juego e incluso un incremento en el número de equipos que jugarán la postemporada y que por ende de quienes de manera legítima habrán de aspirar a ser los campeones de la Serie Mundial.

Empezaré por comentarles los ajustes en las reglas de competencia. Este año 2022 habrán de calificar a la postemporada 12 equipos, seis por liga, que incluirán a los tres campeones divisionales y a los tres equipos de la liga con el mejor récord de ganados y perdidos, independientemente de los tres campeones divisionales. Lo que significa que en octubre habrá dos juegos de comodines por Liga y ya no serán a ganar un partido o muerte súbita, sino una serie a ganar 2 de 3 juegos. Otro cambio por los ajustes al calendario dado el paro laboral, que impidió tener una pretemporada normal, es que cada equipo jugará a lo largo de la temporada 9 partidos dobles de local y dichos encuentros serán de 9 entradas, esto para evitar lo sucedido en Arizona el año pasado en que el lanzador Madison Bumgarner lanzará y ganara un juego sin hit ni carrera de 7 entradas por haberse programado en esos términos, pero que a la postre no es reconocido, ni homologado oficialmente como un juego sin hit ni carrera. Además el roster o nómina de los equipos inició con 28 jugadores, dos más de lo reglamentario también por la falta de preparación previa al inicio de la temporada, dicho número será reducido a los 26 jugadores que conforman un equipo MLB el próximo 1 de mayo. También se ha limitado a cinco ocasiones durante la campaña la posibilidad de subir y bajar a jugador de la plantilla del equipo a sucursales y viceversa, esto con objeto de evitar la manipulación excesiva de prospectos que tanto mermó en el pasado la posibilidad de formar en permanente un equipo de Grandes Ligas.

La plenamente comentada implementación de la regla del bateador designado en la Liga Nacional, así como la artificial y no de mi agrado implementación del corredor fantasma a partir de la décima entrada de los juegos que se encuentren empatados, con objeto de dar una ventaja al equipo que batea y agilizar la duración de los juegos y que evidentemente atenta contra la naturaleza y principio rector del juego de béisbol que parte de que los corredores no llegan a la bases en forma artificial o por decreto, sino por haberse ganado en el plato y al batear esa posibilidad. 

Lamentablemente esta decisión también fue impuesta y alentada por las compañías de televisión y la tendremos que padecer a lo largo de la campaña, pues la MLB y las televisoras al menos han tenido el pudor y la decencia de suspender su aplicación durante la postemporada.

En el tema del reconocimiento a quienes practicaron y dieron lustre a este juego y cuyas ejemplares carreras son objeto de permanente admiración al convertirse con el paso de los años en ejemplos de fortaleza y dignidad al trascender sus vidas más allá de los parques de béisbol, la campaña 2022 nos depara tres importantes festejos en abril, junio y septiembre para honrar a tres inmortales del juego y grandes de los diamantes: Jackie Robinson, Lou Gehrig y Roberto Clemente respectivamente. Además de repetir el ejercicio que es fruto de la imaginación y el cine, el denominado encuentro de “El Campo de los Sueños” una vez más en el estado de Iowa y en ese singular parque de pelota en medio de un sembradío de maíz que tendrá lugar el próximo mes de agosto y que esta vez habrá de revivir la polémica Serie Mundial de 1919 que enfrentó a las Medias Blancas de Chicago y a los Rojos de Cincinnati, aquella serie que los de Chicago se dejaron ganar para favorecer a los apostadores y que cambió para siempre el rumbo del beisbol profesional de los Estados Unidos.

Querido lector, al decretarse el “Playball” y dar inicio la temporada, se hace mentalmente un borrón y cuenta nueva, se olvida lo sucedido en la campaña anterior y se renueva la esperanza y la ilusión de ver campeón al equipo de nuestra predilección, pero a fuerza de ser sincero, habrá equipos que difícilmente logren convertir en realidad ese deseo por falta de talento, recursos y trabajo. Mientras que otros, en condiciones inmejorables, ya deben sentir sobre sus hombros la enorme presión por las expectativas e inversión económica que traen a cuestas, tal es el caso de los Dodgers de Los Ángeles que lucen favoritos en la Liga Nacional, su impresionante nómina de 277 millones de dólares los avala y compromete a lograr el objetivo, donde una vez más el Talón de Aquiles es lo limitado y poco talentoso de su manager. Los otros equipos con un gasto anual en jugadores por encima de los 200 millones dólares y también obligados a cumplir con las expectativas de triunfo y campeonato son los Mets con 251 millones, los Yankees con 241 millones, los Phillies con 221 y los Padres de San Diego con 208 millones de dólares. Sus contratos están muy por encima de la nómina promedio en la MLB que es de 115 millones de dólares y que lucen abismalmente desproporcionados frente a equipos como Baltimore, Oakland, Pittsburgh y Cleveland cuyas nóminas fluctúan entre los 30 y los 40 millones de dólares y que pagarán menos dinero a toda su plantilla que lo que recibirá el lanzador Max Scherzer de los Mets de Nueva York con sus 43 millones de dólares por la campaña del 2022.

En la Liga Americana, muy probablemente veremos una pelea de 4 equipos por el banderín del Este ( Boston, Nueva York, Toronto y Tampa) estarán en la pelea toda la campaña e incluso es posible que los cuatro logren la postemporada. Azulejos de Toronto deberá demostrar que su joven talento aprendió la lección del año pasado cuando se quedó fuera de la postemporada en el último juego de la campaña y para muchos expertos constituye el favorito para llegar a la Serie Mundial. Por su parte, las Rayas de Tampa que han perdido talento y brazos puede ser considerado el más débil de los cuatro, pero no lo descarten, su agresivo juego en las bases y sus retadores lanzadores aún tienen con que dar pelea.

En la División Central los favoritos para repetir son las Medias Blancas de Chicago con su legión de jugadores latinoamericanos y buen pitcheo que además cuentan con la atinada dirección del miembro del Salón de la fama Tony LaRussa, mientras que en la División Oeste continúan siendo amplios favoritos los Astros de Houston que perdieron en octubre pasado la Serie Mundial y que de la mano del veterano lanzador Justine Verlander tratarán de regresar al Clásico de Otoño. Las dos incógnitas y sus posibles rivales en la búsqueda de los banderines divisionales serán los Mellizos de Minnesota con la llegada de Carlos Correa y Gary Sánchez y los Angelinos de Anaheim que tienen los poderosos brazos de Ohtani y Syndergaard, y al ya sano y en circulación estelar jardinero Mike Trout, además de que corre fuerte el rumor de que están tratando de sumar al temperamental y emproblemado lanzador Trevor Bauer a su equipo, hoy suspendido de toda actividad, aún parte de los Dodgers, sin poder cobrar su millonario salario y que se duda que continúe con ellos su carrera, si es que logra resolver los problemas legales que le aquejan.

El equipo a seguir en la Americana son los Azulejos de Toronto, ya han generado sus bates y alegre juego enorme expectación, comandados por Vladimir Guerrero hijo, Toronto tiene con que pelear y ganar a lo largo de la temporada; su joven talento tratará de consolidarse, sumado a los jugadores de experiencia que adicionaron gracias a la agencia libre puede ser la fórmula que les permita resistir la presión de favoritos de la Liga y los lleve a jugar en forma consistente y ganadora.

Por lo que respecta a la Liga Nacional, en la División Oeste, los Dodgers de Los Ángeles lucen como el mejor equipo a la ofensiva, el más completo y demoledor de los órdenes al bat de toda la MLB al integrar este año al estelar primera de base de los Bravos de Atlanta, Freddie Freeman a su novena, además de reforzar su cuerpo de relevistas tras haber puesto fin a la tormentosa relación con su lanzador cerrador Kenley Jansen y confirmar esa responsabilidad en 2022 al probado y ya ganador de un anillo de Serie Mundial, Craig Kimbrel. Y contar con un sólido cuerpo de lanzadores abridores que encabeza el veterano Clayton Kershaw y donde nuestro compatriota Julio Urías tratará de consolidar su carrera tras haber ganado 20 juegos la campaña anterior. En la división Este se espera que los campeones de todo el béisbol en 2021 los Bravos de Atlanta puedan ganar esa división y pelear nuevamente por representar a la Liga Nacional en la Serie Mundial, yo francamente lo veo complicado dada la forma en que ese equipo superó el año pasado sus adversidades y lesiones para calificar y luego conseguir el mejor juego de conjunto que los llevó a ganar la Serie Mundial, sin embargo, el hecho de ser el campeón defensor les da un lugar de respeto y privilegio. Finalmente en la división Central se espera que repitan los Cerveceros de Milwaukee, quienes únicamente pudieran tener alguna presión marginal de los Cardenales de San Luis, no en su mejor momento y que ya aquejan la veteranía de varias de sus estrellas.

En la Liga Nacional también hay algunos equipos que son en este momento más una incógnita, que una realidad. Dos de ellos juega en la División Este: los renovados y millonarios Mets de Nueva York que han abierto su cartera para conseguir talento e incluso contrataron al cerebral y experimentado manager Buck Showalter para hacer de ese equipo un campeón de Serie Mundial y los Phillies de Filadelfia cuya actual campaña pudiera representar la última llamada para Bryce Harper y su manager Joe Girardi no sólo para llegar a la postemporada, sino para ganar en el Clásico de Otoño, mucho se ha invertido ya en esa novena para no lograr el anhelado objetivo y la campaña que inicia se antoja un ahora, o nunca.

Mientras que en la División Oeste, los actuales campeones divisionales los Gigantes de San Francisco y sus 107 victorias son un misterio a resolver, no sólo por lo difícil y complicado que resulta repetir una campaña tan exitosa y ganadora a ese nivel competitivo, sino porque perdieron talento y profundidad con la salida de Gausman y Bryant del equipo, así como los Padres de San Diego que han sido constantes en su deseo de lograr una Serie Mundial, que han comprado talento y mejorado considerable su rotación de pitcheo, que este año han reclutado un manager serio y conocedor del juego como Bob Melvin y que ya trajo consigo de Oakland al lanzador Hawaiano Sean Manaea pero que deben demostrarse a sí mismos que son un equipo grande y talentoso y no como hasta el día de hoy destacadas individualidades que brillan y lucen en forma intermitente y no logran hacer conjunto, ni menos aún cumplir el objetivo.

En la Liga Nacional los favoritos y el equipo a seguir por muchas razones son los Dodgers de Los Ángeles. La campaña apenas empieza, falta mucho, mucho camino por recorrer y espero que haya oportunidad para hacerlo juntos.

CÍRCULO DE ESPERA

Gracias a todos por sus reflexiones y comentarios acerca de la implementación del Bateador Designado en la Liga Nacional, que arrojaron un mayoritario “sí” respecto a su llegada. Especialmente gracias Enrique por tus comentarios y apreciaciones al respecto y por el recuerdo de una importante legión de pitchers-bateadores que me hizo el gran favor de traer a la memoria. Hago un último comentario, en las ligas infantiles, así como en las ligas juveniles y universitarias es frecuente observar que los pitchers de los equipos sean regularmente los mejores jugadores en el terreno de juego, los más versátiles e incluso quienes llegan a jugar y dominar dos y tres posiciones en el campo, además de ser los referentes ofensivos de sus novenas. Esa constante me permite afirmar que a nivel profesional es el desarrollo de las habilidades específicas de los lanzadores lo que va distanciando de ser poderosos y eficaces al bat. Casos como el de Babe Ruth que empezó lanzando y luego se convirtió en el mejor bateador de todos los tiempos, del cubano Martín Dihigo que no llegó a jugar en las Grandes Ligas por el tema de la discriminación racial que imperaba en sus tiempos, pero que lanzaba y bateaba en forma estelar o en la actualidad del japones Shohei Ohtani, que realiza ambas tareas con niveles de excelencia y ha sido reconocido como el mejor jugador de la MLB en su ranking anual, son evidentemente la excepción. Ya nos dirá la práctica y aplicación de la regla en ambas Ligas si la decisión tomada fue correcta o inadecuada.

La Liga Mexicana de Béisbol con la ayuda de los usuarios de sus redes sociales ya seleccionaron el mejor plato de comida que se puede disfrutar en sus estadios de béisbol. El flamante campeón de este singular ejercicio que fue bautizado como ¡PlayOink! lo es el tradicional Lonche de Adobada del famoso Payo, en Torreón Coahuila, que es sede y casa de los Algodoneros de Unión Laguna. Gran acierto de la LMB por la realización de esta campaña que promueve y difunde uno más, de los atractivos que lleva implícito disfrutar el Rey de los deportes en las gradas de un estadio.

Finalmente comentarles que dos distinguidos actores fueron convocados para lanzar la primera bola del primer juego de la temporada regular 2022 de la MLB. Este reconocimiento y honor que tradicionalmente está reservado para exjugadores de los equipos, managers, cronistas deportivos y en general leyendas del béisbol e incluso presidentes de los Estados Unidos -les prometo escribir de esta tradición a fondo en la próxima entrega- recaerá esta vez en el reconocido y multifacético Tom Hanks oriundo del estado de California, que incluso en sus años de juventud trabajó antes de dedicarse a la actuación como vendedor de comida en el parque de los Atléticos de Oakland y a quien también recordamos en el papel del manager Jimmy Dugan en la película “A League of their own” al haber sido invitado por los ahora Guardianes de Cleveland para lanzar la primera bola de su juego inaugural. Mientras que en Nueva York, el pasado viernes en que los Yankees recibieron a su añejo rival Medias Rojas de Boston, hizo el lanzamiento de la primera bola el probado y reconocido actor y comediante Billy Cristal, que además de un gran fanático de los del Bronx, también dirigió y produjo una de las mejores peliculas de béisbol de que se tenga recuerdo: “61*.” Definitivamente el lanzamiento de la primera bola es una tradición que se renueva, pero por fortuna permanece viva y presente en todos los parques de pelota.

casallena@live.com.mx

Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MEDIOTIEMPO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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