Miguel Cabrera ha enfrentado muchas formaciones defensivas distintas para que haga el menor daño posible con su bat, pero el martes los Kansas City Royals le presentaron un acomodo sumamente peculiar con 6 jardineros.
En la segunda entrada pasó a la caja de bateo con dos outs en la pizarra, y los Reales decidieron echar para atrás, unos metros metidos en los jardines, a su infield (excepto al primera base), buscando dominarlo.
En ese momento, Kansas tuvo a sus tres guardabosques (Alex Gordon, Brett Phillips y el cubano Jorge Soler) en sus puestos tradicionales y al antesalista dominicano Maikel Franco, al short stop quisqueyano Adalberto Mondesí en la parte cercana del bosque izquierdo y el intermedista Whit Merrifield se paró en la parte cercana de la pradera derecha. El único que pisaba el cuadro interior era el inicialista Ryan O’Hearn, quien estaba bastante lejos de la almohadilla.
¿Miedo a Cabrera? Yo no lo llamaría miedo. Lo llamaría estudio del bateador o sabermetria. Miguel Cabrera a lo largo de su carrera ha sido un bateador de contacto o de líneas. Defenderlo así, hace más fácil para sacarlo out, ya que es un corredor lento. pic.twitter.com/NJGNV4msGI
— Pedro José Lovera (@plov30) July 28, 2020
La estrategia ante Cabrera, cuyas lesiones en las rodillas durante los últimos años han limitado su velocidad a un trote, tuvo buenos resultados. Cabrera conectó roletazos de out en la segunda y séptima entradas. Los infielders de Kansas City tuvieron suficiente tiempo para fildear la bola y realizar los tiros para completar los outs.
“Tiene bastante que ver con nuestros brazos. Maikel Franco puede tirar la bola a través del infield y Mondesí tiene un excelente brazo”, explicó el piloto de los Reales, Mike Matheny. “Es uno de esos aspectos en los que nos fijamos para poder sacar una ventaja”.
