El 7 de febrero de 1994, Michael Jeffrey Jordan dio un paso inesperado (para todo el mundo deportivo) en su carrera profesional al convertirse en jugador de beisbol, ya que ese día se dio a conocer que firmaba contrato con los Chicago White Sox.
En ese momento MJ marcó un momento en su carrera deportiva, ya que apenas el 6 de octubre de 1993, cuatro meses antes, había anunciado que se retiraba de la NBA porque había perdido el deseo de jugar basquetbol... pero le surgió interés por dedicarse al beisbol, ya que su padre (que fue asesinado meses atrás) soñaba con verlo como pelotero profesional.
Jordan no tuvo problemas para entrar a las Grandes Ligas, ya que el dueño de los White Sox, Jerry Reinsdorf, era también propietario de los Chicago Bulls. Ahí recibió la oportunidad de ponerse los spikes y probar suerte.
'MJ' participó en el Spring Training y ahí fue asignado al equipo AA, los Barons de Birmingham, con quienes jugó 127 encuentros, dando 88 imparables, con 46 carreras anotadas, con tres jonrones, 51 producidas, 30 bases robadas y 51 pasaportes, a cambio de 114 ponches. A la defensiva cometió 11 errores. Su promedio de bateo fue de .202.
Al terminar esa temporada, Jordan jugó en la Arizona Fall League, una liga en la que se encuentran los peloteros prospectos que se están desarrollando. Ahí jugó con los Scottsdale Scorpions, con quienes bateó para .252.
Su carrera en el beisbol terminó pronto. A principios de 1995 decidió no seguir, no tanto por haber perdido el deseo de jugar béisbol, sino porque MLB estaba en huelga y no había certeza en el tiempo que se extendería. Séptima Entrada
