Este miércoles se termina el contrato colectivo de trabajo entre Grandes Ligas y la Asociación de Peloteros, lo que hace que el fantasma de una huelga se acerque rápida y peligrosamente… pero la lluvia de contrataciones que se dio este fin de semana se convierten en muy buenas noticias
¿Porqué?
Aunque es posible que antes de la fecha límite (1 de diciembre a las 23:59) no se dé el arreglo, con lo que se daría un paro laboral a partir del día 2 de diciembre, el que muchos equipos hayan llegado a acuerdos con los agentes libres que hay en el mercado (incluido el arreglo entre los New York Mets y Max Scherzer), se convierte en un mensaje positivo de que los equipos (llámense los dueños) están preparando a sus escuadras para la Temporada 2022.
Y si los equipos están preparándose, están moviendo su dinero, están armando sus rosters, es que no tienen planeado nada extraño o ponerse en una situación sumamente estricta en la negociación que lleve las cosas a un parón que provoque que no haya beisbol en 2022.
Con esto se seguiría con la tendencia que se ha dado después de la aniquilante huelga de 1994, que metió a MLB en una crisis. Lo más cerca que se estuvo de otra interrupción fue en 2002, cuando se alcanzó un acuerdo el 30 de agosto, apenas tres horas y media antes de que los jugadores se fueran a huelga. Después de eso, MLB y la Asociación de Jugadores llegaron a un acuerdo sin que hubiera un paro laboral en 2006, 2011 y 2016.
En la situación del 2021 hay que ver que el factor tiempo está a favor de todos, ya que se pueden ir a huelga durante diciembre y parte de enero sin causar estragos ni en el desarrollo del Spring Training y mucho menos en la temporada regular, con lo que se tiene más de un mes para que la negociación entre ambas partes siga y se cierre… Y con ello, tanto aficionados como peloteros como aficionados vamos a estar tranquilos de saber que habrá paz y podremos tener Grandes Ligas sin ningún contratiempo.
*Miguel Boada Nájera es el Editor General de Séptima Entrada
