Con el mexicano Julio Urías estamos siendo testigos de la dura e implacable manera en que el beisbol (de las Grandes Ligas) puede cambiar en cuestión de meses la vida profesional de un jugador.
Sin entrar a detalle en los casos de violencia doméstica que estuvieron ligados a él, el caso del mexicano se ha convertido en uno de los ejemplos más crudos de la 'desaparición' de un atleta profesional en cuestión de solo 3-4 meses.
A principios de septiembre, el mexicano era parte de la rotación de Los Angeles Dodgers y a la par de hablar de su desempeño, de sus números (marca de 11-8 en la temporada), un tema alrededor del zurdo era el final de su contrato vigente y el inminente camino que venía: la agencia libre y un futuro promisorio.
Con 27 años de edad y una carrera de ocho temporadas en uno de los equipos más mediáticos en MLB, con quienes tenía marca de 48 ganados y solo 18 perdidos en los tres últimos años, se apuntaba a ser uno de los lanzadores top en el mercado... obviamente, los Dodgers sabían eso y seguramente tenían un plan preparado (un gran contrato) para hacer que se quedara con ellos...
Pero...
"A FINALES DE DICIEMBRE (TAN SOLO CUATRO MESES DESPUÉS), EL NOMBRE DE JULIO URÍAS YA NO EXISTE NI EN LOS DODGERS NI EN MLB"
Lo anterior se hace mucho más notorio, duro e implacable, al ser testigos de que Los Angeles Dodgers han estado bajo los reflectores en noviembre y diciembre, con las contrataciones históricas de Shohei Ohtani y Yoshinobu Yamamoto, así como el arribo de Tyler Glasnow, Jayson Heyward y Manuel Margot...
La expectativa de la rotación abridora de los Dodgers tiene a Yoshinobu Yamamoto, Walker Buehler, Tyler Glasnow (y habría que esperar la decisión que tome Clayton Kershaw sobre su futuro) como base para 2024 y se le agregará el nombre de Shohei Ohtani para 2025...
The Dodgers built this up in a hurry pic.twitter.com/T9ULJ1xiou
— Talkin’ Baseball (@TalkinBaseball_) December 22, 2023
Y así, en solo cuatro meses, tan rápido como borraron y volvieron a pintar los murales que tenían a las afueras del Dodger Stadium y como quitaron el letrero del casillero del clubhouse con el #7, el nombre de Julio Urías no existe en Dodgers ni MLB...
Una manera de cerrar el año que nadie, definitivamente nadie, se imaginaba que íbamos a estar viviendo...
Mis mejores deseos para ti, fan beisbolero, que sea un 2024 lleno de bendiciones, grandes experiencias y mucho beisbol
Miguel Boada Nájera
Editor en jefe Séptima Entrada
