Cada Serie Mundial suele presentar dos caras distintas para los aficionados. Casi siempre un equipo es el amado por unos y odiado por otros y el rival es el ‘underdog’, el que se lleva el corazón de los fans. Y este año no es difícil saber la etiqueta que tiene cada uno.
El Clásico de Otoño 2021 tiene a los polémicos Houston Astros y a los añorables Atlanta Braves. Uno es un equipo que ha encontrado muchos abucheos cuando juega fuera de casa y el otro es un conjunto que regresa a la World Series luego de robarse corazones en los 90 con un roster encabezado por Greg Maddux, John Smoltz y Tom Glavine, dirigido por Bobby Cox.
Dentro del campo los Astros tienen un roster profundamente talentoso, que sin Justin Verlander ni Lance McCullers Jr y un Zack Greinke ‘físicamente tocado’, no solo ganaron la División Oeste sino que dejaron fuera a Chicago y Boston para regresar al Clásico de Otoño. Su poder el bat es indiscutible y su pitcheo, que generó muchas dudas, respondió a la hora cero. ¿Tienen para ser campeones? Por supuesto que sí. ¿Son los favoritos en las apuestas? Sí. ¿Son los favoritos del público? No.
El tema del ‘robo de señales’ los marcó, los sigue marcando y en Atlanta no dejarán que se les olvidé con los abucheos que seguramente escucharán desde el Juego 3, el primero que será en el Truist Park, casa de los Braves.
Eso deja a los Bravos como el favorito sentimental… pero no solo tienen eso a su favor. Al ponerlos en una balanza se encuentra un verdadero equilibrio pitcheo-bateo-defensiva, justo eso los llevó a ganar la División Este, dejando en el camino de los playoffs a los Milwaukee Brewers y a los todavía campeones, Los Angeles Dodgers.
En las apuestas son los Houston Astros los favoritos, ya que la experiencia está de su lado. El haber jugado y ganado la Serie Mundial del 2017 y haber participado en la de 2019 (donde cayeron con los Washington Nationals), es un factor indiscutible que juega a su favor, sobre todo cuando lleguen los momentos donde los decibeles de la presión se eleven tan alto como un cohete lanzado por la NASA. Ahí es donde los Astros sí tienen ventaja, porque la gran mayoría ya sabe qué enfrentarán mientras los Braves no lo conocen.
Lo que quizá sea un factor intangible que puede tener consecuencias dentro del diamante es el ‘no tener nada que perder’ con el que llegan los Braves. Es un equipo talentoso pero desde que arrancaron los playoffs, estaban lejos de ser favoritos para llegar a la fiesta de octubre, por lo que eso les permite jugar ‘más relajados’. Y los Astros sí tienen mucho por perder.
Mi pronóstico: Astros en 6 juegos.