Han pasado 32 años desde que Orel Hershiser ponchó a Tony Phillips para que los Dodgers levantaran el título de la Serie Mundial de 1988. A partir de entonces, el equipo de Los Ángeles ha jugado 5,014 partidos de temporada regular y 113 más de postemporada con un gasto de 3,690 millones de dólares para que por fin en este 2020 estén a un triunfo de volver a coronarse como campeones de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB).
“Creo que será algo realmente agradable para los peloteros, esta generación”, dijo Hershiser un día después de que los Dodgers tomaron una ventaja de 3-2 en la Serie Mundial en una entrevista publicada por la agencia de noticias AP. “Definitivamente es un triunfo generacional para este grupo, y pienso en los Kenley Jansen, en los Clayton Kershaw, los Justin Turner, los muchachos que han estado aquí en todos esos títulos divisionales”.
Actualmente, los Dodgers son el segundo equipo con la nómina más cara con una inversión de 107.9 millones de dólares, un contraste enorme con los 28.2 millones que han gastado los Rays, siendo la tercera organización que menos gastó de los 30 equipos de las Mayores.
De hecho, solamente Clayton Kershaw y Mookie Betts, las dos principales estrellas del equipo, cobran casi lo mismo que toda la plantilla de los Rays aún con los salarios prorrateados esta atípica temporada, pues sus salarios ajustados quedaron en 16.3 y 10 millones de dólares, respectivamente, según datos de Spotrac, lo que representa apenas una diferencia de $3 MDD.
En otra perspectiva, el staff de lanzadores de los Rays a lo largo de la temporada ha devengado un salario de 13.6 millones de dólares, sólo tres millones menos de lo que Kershaw cobrará en total este 2020.